Si se ama con pasión a la mujer que descubres ante tí con todas sus virtudes y esta te corresponde con su amor en contraprestación, ya nada más se puede pedir. La dicha te envuelve y te suspende en un agradable estado de sopor permanente.
Doy gracias a Irina por haber creído en nosotros. En cada uno de nosotros individualmente y en ambos a la vez como posible pareja. Le doy las gracias por presentarme a la que ahora es mi amada esposa rusa. Ha sido un lento y deliberado ejercicio de acercamiento mutuo en los detalles y en las esencias. Una exquisita experiencia de descubrimiento lento e intencionado que nos ha llevado a la unión en matrimonio.
Para mi, además, la dicha de comprobar por mi mismo la elevación de lo femenino en una mujer.
Un agradecimiento especial de mi parte a Irina por haberlo hecho, además, con discreción y con profesionalidad. Insistiendo en que la mujer que queria presentarme era el tipo de mujer que me convenia. Y aun doy mas gracias por haberme considerado como un posible y adecuado pretendiente. A la agencia doy aún más gracias por haberme ayudado a sostener mi ilusión aún y a pesar de decepciones. Que las ha habido,
Amar a la mujer rusa que es ahora mi esposa, ha sido, esta siendo y será una experiencia difícil de transmitir a través de las palabras.
Los problemas y vicisitudes son los mismos pero las sensaciones que atraviesan el alma son totalmente distintas. Cuando conduces a tu lado a una mujer rusa de elevada exigencia, percibes a su alrededor un aura de distinción y exquisitez que la acompaña donde quiera que fueres. Siempre hace que te enorgullezas de su feminidad, de su atencion al cuidado de su belleza y del respeto que se tienen a si mismas y a sus respectivos consortes. Se tiene la certeza de su lealtad y ese es un valor muy importante que eleva la unión a una dimensión totalmente distinta.
Gracias,